LA SOCIEDAD CIENTÍFICA SCIC, AL IGUAL QUE NINGUNO DE SUS MIEMBROS, HA COBRADO NUNCA POR AYUDAR A LAS PERSONAS EN SU PROCESO DE DUELO, NI LO HARÁ JAMÁS.
AGRADECIMIENTOS A NUESTRO PRESIDENTE NACHO BLASCO Y A NUESTRA SOCIEDAD, POR NUESTRA LABOR ALTRUISTA Y DESINTERESADA EN AYUDAR A LAS PERSONAS QUE SUFREN LA PERDIDA DE UN SER AMADO.
TESTIMONIO DE UNA MADRE QUE REALIZO UNA SESIÓN DE TCI GRATUITA DE AYUDA AL DUELO
TESTIMONIO
Yo, DORI LUZ MELENDEZ LAPA con domicilio en San Miguel, Lima – Perú, dejo constancia que el día 25 de noviembre del 2020 a las 2 a.m., hora de Perú; la Sociedad Científica SCIC, con sede en España, mediante la persona de Nacho Blasco, realizó una Transcomunicación Instrumental (TCI), a través de una videollamada, permitiéndome comunicarme con mi amado hijo Carlos Víctor Becerra Melendez, quien falleció el 28/07/2019 en un accidente de tránsito en Lima – Perú.
Además, por medio de la presente hago llegar mis saludos a la Sociedad Científica SCIC y de manera especial a la persona de Nacho Blasco mi cariño y gratitud eterna, pues sin conocerme me brindó su ayuda desprendida a mí y a mi familia, sin fines de lucro. Asimismo, le deseo bendiciones abundantes en todo el tiempo de su existencia.
Un 28 de julio del 2019 regresaba mi hijo de un feliz paseo aproximadamente a las 8:15 p.m., a dos horas de poder llegar a casa, el bus que lo transportaba chocó con una roca, falleciendo 19 personas entre ellos mi amado hijo. Solo una madre que haya vivido ese dolor puede entenderme, cuando una madre pierde un hijo no hay nombre para describirlo.
Soy católica, creyente y practicante; pero ni aun así pude calmar el dolor; con esas teorías del cielo, el infierno y el purgatorio, me hundía cada vez más en la desesperanza
Siempre supe que la vida es eterna, tuve experiencias sobrenaturales con mi madre y con mi hijo, sabía que mi hijo vivía, pero: ¿dónde? dónde está? qué está haciendo? cómo está?, esas preguntas resonaban en mi mente y en mi corazón.
Nada pasa por casualidad y estoy convencida que aquí tuvo que ver mi hijo y Dios lo permitió, poniendo en nuestro camino a Nacho Blasco; fue mi hija Paola, quien llegó a Nacho y me invitó a aceptar esta experiencia, sin costo alguno, solo por amor al dolor de una madre. No soy fácil de aceptar, pero en este caso de inmediato acepté la transcomunicación instrumental; oh Dios! Pude saber cómo está mi amor, mi hermoso hijo.
Desde entonces algo sucedió en mí, cuando me compartieron el video de la transcomunicación, lo escuché en repetidas veces, poco a poco me llené de esperanza de nuestro reencuentro, lo que ni médicos pudieron contra mi depresión, esta experiencia me ayudó, me animó y cambió mi dolor en esperanza.
Desde entonces, anhelo estar en ese hermoso lugar, donde no existe el dolor, la envidia, los celos, el egoísmo que tanto daño nos hace en esta vida y no nos deja avanzar. Dicen que cuando “el río suena es porque piedras trae”, la Sociedad Científica va avanzando, Nacho se va haciendo más conocido y amado, entonces surgen las energías negativas y es cuando hay que perseverar en Fe.
Mi hijo y yo oraremos para que todo salga a la luz y todo sea para el bien de los corazones rotos y almas heridas, para sobrevivir con amor y esperanza.
Todo se haga según la voluntad divina, un fuerte abrazo.
Lima; 20 de noviembre del 2022